En La Jornada Guerrero
Tecpan, 24 de noviembre. La diputada federal del Partido Encuentro Social (PES), Maricarmen Cabrera Lagunas señaló que el programa federal Sembrando Vida, “es un negocio de Alfonso Romo, asesor del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”, y sostuvo que es falso que con él se beneficie a 23 millones de campesinos en el país.
“Alfonso Romo es dueño de la empresa Monsanto, la cual posee el laboratorio de plantas más importante de Chiapas y de América Latina, por eso es que más que ayudar a los campesinos de México creemos que el compromiso del presidente es hacer negocio con Monsanto, a través de la cercanía que tiene con él su propietario”, asentó.
Asimismo, reprochó la manera en que el gobierno federal trató a los miembros de las organizaciones campesinas que protestaban en la Cámara de Diputados en la capital de la nación, para pedir a los diputados federales incrementen el presupuesto para el campo para el próximo año.
La legisladora, quien también es integrante de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (Coduc), aseguró que el gobierno federal carece de sensibilidad y ha sido omiso en apoyar a los agricultores del país, pese a que fue un compromiso adquirido con las mujeres y hombres de ese sector, y como muestra, dijo, está el programa de fertilizante en Guerrero, donde a los campesinos se les entregaron tarde los paquetes, cuyos costales de semilla de maíz venían con plagas y en descomposición, por lo que no pudo ser sembrado por los productores.
Afirmó que son una simulación las acciones puestas en marcha por el jefe del Ejecutivo federal hacia el campo, cuando en estados como Guerrero hacen falta caminos rurales, infraestructura hidráulica, maquinaria agrícola y sobre todo la tecnificación del campo, que provienen de los recursos que administra la Federación.
Cabrera Lagunas reprochó que el Estado usará cuerpos especializados en terrorismo para contener a los miembros de las organizaciones que protestaban en la Ciudad de México como si se tratara de delincuentes peligrosos, cuando en lugares como Culiacán o Petatlán, en Guerrero, los verdaderos delincuentes ponen de rodillas al gobierno federal e incendian camiones y amenazan a la población, sin que las autoridades empleen la misma fuerza.
“Estoy segura que si la Federación montara esos operativos en las zonas donde todos saben quiénes son los criminales y dónde se encuentran, no existirían los índices de violencia que hoy en día tiene México”, asentó.