Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que en las escuelas rurales persisten cacicazgos que continúan manejando los recursos públicos. Añadió que hablará claro con los estudiantes y maestros, a quienes apoyará siempre porque, “yo no soy (Gustavo) Díaz Ordaz”.
En Palacio Nacional abundó en torno a las normales, desde donde se propician conductas antisociales entre los alumnos, condicionando su participación en movimientos de protesta a cambio del derecho a comedor. Y en ese reproche también incluyó los cacicazgos universitarios con 30 o 40 años de existencia.
Al inquirirle si mantiene el respaldo de su administración al modelo de las normales rurales, confirmó: “Sí, sin duda, y se ha avanzado, pero falta más y se va a seguir apoyando, tanto en el caso de las normales como en escuelas como Chapingo. Van a tener todo el apoyo siempre, es una convicción. Nada más que ahí yo quiero, pasando las elecciones, hablar con todos los estudiantes y con todos los maestros sobre este asunto, porque también hay abusos en el manejo de los fondos, en el caso de las normales se entregan los recursos y no se distribuyen con equidad”.
López Obrador dijo estar informado del modelo caciquil desplegado en esos centros de enseñanza. “Los que tienen el manejo de las normales, a veces con medidas de represión al interior de ellas, obligan a los alumnos a tener conductas antisociales para tener el derecho al comedor, para tener la posibilidad de estudiar. No queremos cacicazgos. Ya no es el tiempo de los caciques”.
–¿Usted ha iniciado contactos con esos estudiantes?
–Voy a hablar con ellos para eso y con toda claridad, y vamos a hablar también de la vía pacífica para protestar. Nosotros no somos represores, yo no soy (Gustavo) Díaz Ordaz. Vamos a entendernos bien, pero no a los cacicazgos, nadie debe abusar en ningún lugar, en ningún sindicato, en ninguna organización, en ninguna universidad.
Y de ahí, también hiló al problema que significan los grupos de poder y presión en las universidades, pues “es lamentable que todavía hay personas que manejan las universidades públicas, son caciques que llevan 30 años. Así como los líderes charros de 20, de 30, de 40 años en los sindicatos, así, pero rectores de universidades públicas. Todo eso no se tolera.
“Claro, no nos vamos a meter nosotros a la vida interna de una universidad, que es autónoma, pero no podemos guardar silencio, y la comunidad universitaria de que se trate debe saber que eso es indebido, no se puede dar ese ejemplo en una universidad. ¿Cómo?”
Comprometió todo el apoyo para los estudiantes, “que no les falte nada”, y consideró una causa justa la demanda de educación de los estudiantes de las normales un día después de la liberación de los estudiantes de Mactumactzá; agregó que se revisarán las cosas, “siempre garantizándoles su libertad. Pero tenemos que dialogar sobre este tema, sobre estos asuntos, sin que les falte lo que necesitan”.
En La Jornada