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Emprender en México puede estar condicionado al color de piel

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El color de piel, la clase social a la que se pertenece, la formación académica o lugar de origen pueden ser condicionantes a la hora de emprender en México, revela el estudio “(Des)ventajas al emprender en México”, elaborado por Impact Hub Ciudad de México en colaboración con Meta.

El informe encontró que 6 de cada 10 emprendedores en México considera que su tono de piel ha sido determinante para que su empresa consiga financiamiento: “entre más oscuro es el tono de piel, menores son las opciones de conseguir liquidez”, o lo que es lo mismo, hay racismos y clasismo en el ecosistema emprendedor mexicano.

El documento –que estudia los factores socioeconómicos que inciden en el éxito o no de los emprendimientos en México– recabó información de más de 1,000 emprendedores a nivel nacional a fin de evaluar ventajas y desventajas que han experimentado durante su carrera como fundadores y directores de pequeñas y medianas empresas.

Mario Romero, director general de Impact Hub Ciudad de México, considera que “abordar los retos del emprendimiento desde la persona que emprende y no sólo desde la idea de negocio, nos da una lectura más amplia del ecosistema pues existen factores circunstanciales que verdaderamente hacen que emprender sea más fácil para unos que para otros”.

Clase social (70%), edad (69%), nivel de estudios (62%), género (56%) y tono de piel (48%) son algunas de las actitudes que demuestran que “el clasismo y racismos también están presentes en el emprendimiento ocasionando que las oportunidades no sean iguales para todos”, lo cual debe ser erradicado a la brevedad para cerrar la brecha de desigualdad, dijo Romero.

Por ejemplo, una persona que pertenece a las clases sociales más baja y decide emprender se enfrentará con más barreras que siendo de un estrato más alto.

“En México, emprender es un privilegio, pues la mayoría de los emprendimientos son fundados por personas de tono de piel claro, con un nivel socioeconómico de origen medio-alto”, menciona la investigación.

“El 45.8% de las personas que emprenden en México son de tono de piel claro y 61.3% son de clase social media o alta. Además, 3 de cada 10 emprendedores de clase social alta mencionan que su condición de origen es una ventaja a la hora de emprender”, agrega.

El estudio plantea una suerte de perfil de los emprendedores que tienen más barreras a la hora de formar y llevar su empresa: se encuentran en el sur del país; su tono de piel pertenece al tono medio, el nivel educativo es educación básica en institución pública, no cuentan con estudios en el extranjero y su único idioma es el español”.

Del otro lado de la balanza están los emprendedores del norte de México, de piel blanca en su mayoría, que estudiaron en escuelas privadas, hablan dos o más idiomas y cuentan con estudios de licenciatura, maestría o doctorado.

Esto coincide con un estudio que Endeavor México dio a conocer meses y versa sobre el estado de las startups en la región de América Latina. En él se refiere que  “un factor clave que se ha identificado [en el ecosistema de startups] es el tipo de universidad a la cual los fundadores asistieron, es decir, si la institución es pública o privada”. Para el caso de Brasil, el 51% de los fundadores salieron de una institución educativa privada y el 49% de una pública, pero para México esta relación es totalmente asimétrica.

Con motivo de esa presentación en aquella ocasión el director general de Endeavor México, Vincent Speranza, comentó que se necesita mayor diversidad. “El dominio del inglés, por ejemplo, que es un tema que si tú quieres triunfar y tener acceso a fondos globales eventualmente tendrás que ser capaz de expresarte muy bien en inglés, es algo que en las universidades públicas tenemos que trabajar”.

El documento de Impact Hub agrega que “el 43.8% de los emprendedores que perciben que su tono de piel les afecta al momento de aplicar a programas públicos son de tono de piel oscuro. Incluso, la mitad de los emprendedores con estas características tiene experiencias negativas al solicitar financiamiento de un programa público”.

Esto, según la investigación citada, muestra que las personas de piel oscura o muy oscura no ven en el emprendimiento una opción de desarrollo económico, ya que se topan con muchas barreras y exclusiones. 

 “Los datos presentados en el estudio no deben ser tomados como una condena para las personas con características que representen desventajas. Más bien debemos de tomarlos como un llamado a la acción para asegurar que los beneficios que brinda el emprendimiento sean aprovechados al máximo como un mecanismo para mejorar la vida de las personas”, exhortó Romero.