Ciudad de México. El ex gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, y su hija, Lidy Alejandra Sandoval López, son buscados por la Fiscalía General de la República (FGR) por su probable responsabilidad en operaciones con recursos de procedencia ilícita, que habrían cometido en complicidad con el ex fiscal del estado Édgar Veytia Cambero, preso en Estados Unidos por narcotráfico.
La FGR informó que obtuvo las órdenes de aprehensión libradas por el juez del Centro de Justicia Penal Federal en esa entidad.
En su acuerdo, el juzgador señaló que los cargos contra el ex mandatario y su hija son “de especial relevancia e impacto social, dada la cantidad desmesurada de operaciones reportadas en detrimento de las finanzas públicas de Nayarit.”
Sandoval ocupó la gubernatura entre 2011 y 2017 y desde el inicio incorporó a su gobierno a Veytia, con quien tenía amistad.
El ex fiscal de Nayarit es señalado en investigaciones de México y Estados Unidos como líder de una organización criminal que, al amparo del poder político, utilizó a la policía estatal para cometer secuestros, extorsiones, torturas, desapariciones forzadas y controlar el flujo de drogas ilegales por la entidad.
Conocido como El Diablo o La Bestia, fue detenido en marzo de 2017 en San Diego, California, y luego juzgado en una corte federal de Nueva York con sentencia de 20 años de prisión por distribución internacional de drogas.
La orden de aprehensión considera que existen datos de prueba, tanto en el fuero común como en el federal que los vinculan con las actividades ilícitas de Veytia. Para obtener la autorización judicial, la FGR argumentó que el ex gobernador y su hija tienen alta capacidad económica y nexos con un grupo del crimen organizado que les facilitaría evadir la justicia.
También se autorizó pedir a la Interpol una ficha roja para ubicar y detener a ambos. Apenas en febrero del año pasado, el Departamento de Estado informó que el ex gobernador tiene prohibido ingresar a territorio estadunidense debido a que “se apoderó indebidamente de activos estatales y aceptó sobornos de narcotraficantes”.
La probable participación de Lidy Alejandra en los ilícitos habría sido como prestanombres, pues se han detectado inmuebles en los que es propietaria, cuando no tenía poder adquisitivo para ello, pues en esas fechas aún era estudiante.
Otro hijo del ex mandatario, Pablo Roberto Sandoval López, quien fue futbolista profesional, también fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera, que en 2019 consiguió asegurar algunas de sus cuentas bancarias, ante lo cual el afectado se amparó y este litigio aún continúa.
En La Jornada