Ciudad de México. Ante la polémica contra la desaparición de 109 fideicomisos, el presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó ayer su conferencia con los informes sobre el mal manejo de recursos públicos que en gobiernos pasados se hizo por medio de estos instrumentos, que sólo desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacy) beneficiaron con más de 41 mil millones de pesos a empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras, incluidas trasnacionales, en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Tras agradecer a los legisladores que avalaron la desaparición de esas figuras, instruyó al consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, realizar una amplia auditoría y, en casos de evidencia de corrupción, presentar denuncias ante la Fiscalía General de la República.
Reiteró que a los auténticos deportistas, investigadores, artistas, escritores y artesanos no les van a faltar recursos, a diferencia de quienes medraban con estos fideicomisos
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En Palacio Nacional, la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, detalló lo que ha denunciado desde 2018 respecto de los beneficios que recibió el sector privado en detrimento de apoyos para centros públicos de investigación. Empresas como Intel, Whirlpool, Volkswagen, Mabe, Honeywell e IBM recibieron entre 2013 y 2018, 891 millones de pesos, pero también están Monsanto, Bayer y Kimberly Clark
, esta última de Claudio X González.
Millonario desfalco con los bebederos escolares
José Antonio Álvarez Lima, director de Canal 11, a partir de datos dados a conocer por la Auditoría Superior de la Federación, informó que por un desfalco de 937 millones de pesos en el programa de bebederos escolares, parte del fideicomiso de Escuelas de Excelencia, las empresas Refrigeración Ojeda, Grupo Constructor Carsev y Grupo Master Kong –con operaciones distintas para las que se les contrató– fueron demandadas en 2019. Cada bebedero costó, aseveró, 153 mil 900 pesos y se adquirieron al margen de la ley
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Sostuvo que se desconoce el destino de 868 millones de pesos del Fideicomiso para los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de 2014, celebrados en Veracruz. Explicó que recursos federales y estatales se concentraron arbitraria y discrecionalmente en un fondo conocido como la licuadora
; la mayoría de las obras de infraestructura se entregaron inconclusas, algunas nunca se utilizaron y muchos atletas, entrenadores e invitados fueron ubicados en hoteles de paso porque no había donde hospedarlos.
En su amplio informe, la titular del Conacyt precisó que por conducto de fideicomisos, entre 2013 y 2018 se transfirieron más de 15 mil millones de pesos a privados y mediante el Programa de Estímulos a la Innovación, 26 mil millones más. Mencionó que entre 2000 y 2018, 10 empresas fueron las más beneficiadas, sobre todo RH México Simulation and Training, filial de una trasnacional alemana, por mil 531.6 millones de pesos.
Entre los fondos sectoriales, enfatizó en los más de 9.4 mil millones de pesos que se entregaron al Instituto Mexicano del Petróleo en periodos asociados a la reforma energética
. Habló de costos excesivos, resultados deficientes y transferencia de proyectos a empresas o centros de investigación extranjeros.
Añadió que 2013 a 2018, 80 por ciento de 35 fideicomisos de fondos mixtos se destinaron a obras de infraestructura civil –11 por ciento se cancelaron– y 55 por ciento de los recursos fueron sólo para 10 estados. Hubo proyectos distintos, con sobrecosto, incumplimiento, fallas estructurales, entre otros. También hay 46 elefantes blancos
, por 783.7 millones de pesos.
Como ejemplo del uso que se dio a los recursos del Conacyt, destacó la creación por un año del Consorcio Centromet, en Querétaro, con 392.5 millones de pesos del Fordecyt. La gerente general era Ana Díaz Aldret, entonces esposa del ex director general del Conacyt Enrique Cabrero, actualmente investigador del CIDE, uno de los centros públicos de investigación parte de este consorcio
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Dijo que aún analizan los 26 fideicomisos de los Centros Públicos de Investigación cuyos recursos, a partir de su extinción, les serán devueltos.
En La Jornada