Ciudad de México. Debido a las nuevas condiciones sanitarias que impone la epidemia de Covid-19, la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconoce que la asistencia a la escuela en el ciclo 2020-2021 podría ser alternada —a distancia y presencial— por varios meses, por lo que el trabajo directamente en las aulas se reducirá.
Los maestros, destaca, deberán idear nuevas formas de trabajo que permitan combinar clases en el aula con el estudio en casa.
En el documento «Orientaciones pedagógicas para el inicio y organización del ciclo escolar 2020-2021. Guía para el trabajo docente”, que servirá para organizar las cinco sesiones del Consejo Técnico Escolar (CTE) en su fase intensiva, el cual se realizará del 3 al 7 de agosto y no del 27 al 31 de julio como se tenía previsto, señala que el trabajo educativo deberá concentrarse en aquellos contenidos “realmente fundamentales y dejar en segundo plano los puramente informativos”, dando prioridad al “aprendizaje autónomo”.
En las recomendaciones emitidas por la SEP se establece que de detectarse un caso positivo de Covid-19 en la escuela, ésta deberá suspender labores por un lapso de 14 días, por lo que “es necesario preparar y acordar con padres de familia los mecanismos de comunicación y seguimiento” para mantener las actividades de estudio a distancia. Agrega que la mayoría de los alumnos continuará con su maestro del ciclo anterior.
También solicita que los educadores den prioridad al “desarrollo emocional, a la formación de hábitos congruentes con estilos de vida saludables y al desarrollo de habilidades intelectuales que constituyan la base del aprendizaje autónomo”, entre ellos la lectura, escritura, el razonamiento matemático y la resolución de problemas.
De los seis principales retos que las escuelas deberán afrontar para el inicio del ciclo escolar 2020-2021, se establece que además de la selección de contenidos fundamentales, será necesario impulsar formas de enseñanza “globalizadas que permitan abordar simultáneamente varios contenidos, en lugar de la enseñanza tema por tema”, por lo que se recomienda poner en marcha proyectos de trabajo donde se incentive en los estudiantes la indagación, el análisis, la argumentación y la formación de juicios propios como parte central de sus actividades.
Además, se solicita a los docentes considerar las barreras que enfrentará cada alumno en su trayectoria educativa, ya sea por cuestiones económicas, de condiciones de vida o de relaciones familaires, por lo que será necesario incluir un “trabajo de convencimiento y coordinación con las familias de los estudiantes que afrontan los mayores obstáculos para su aprendizaje”.
En La Jornada