La primera reunión bilateral de alto nivel entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, fue abruptamente cancelada. El encuentro, que debía celebrarse en el marco de la Cumbre del G7 en Canadá, fue suspendido debido a la decisión de Trump de regresar a Washington para atender la crisis en Medio Oriente.
Kananaskis, Canadá.- Un evento geopolítico a más de 11,000 kilómetros de distancia ha tenido un impacto directo y contundente en la relación entre México y Estados Unidos. La cumbre del G7, que debía ser el escenario para el primer cara a cara entre Claudia Sheinbaum y Donald Trump, se convirtió en una demostración de cómo las crisis globales pueden marginar las agendas regionales.
La Casa Blanca confirmó que el presidente Trump abandonó la cumbre de forma prematura para regresar a Estados Unidos y liderar la respuesta de su gobierno ante la escalada de tensiones entre Israel e Irán, que ha puesto al mundo al borde de un conflicto mayor.
Gobierno Mexicano Aclara: «No Fue un Desaire a México»
Ante las inevitables especulaciones sobre un posible desaire diplomático, el gobierno mexicano se movió rápidamente para controlar la narrativa. La Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, aclaró que la suspensión del encuentro no fue una medida dirigida exclusivamente a México.
«Fueron varias las reuniones que el presidente Trump decidió no realizar, incluidas las de Japón, Australia y Ucrania. No es un tema bilateral con México.» – Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Gobernación.
Rodríguez calificó la situación como una «pausa» o un «posponamiento» dictado por las circunstancias internacionales, y no como un retroceso en la relación bilateral. Por su parte, la presidenta Sheinbaum, en una breve declaración, expresó su preocupación por el conflicto en Medio Oriente y hizo «votos por la paz».
Las Implicaciones Políticas y Diplomáticas
A pesar de las aclaraciones oficiales, la cancelación del encuentro tiene varias lecturas importantes:
* La Jerarquía de Prioridades: El incidente demuestra que, para Estados Unidos, una crisis de seguridad en Medio Oriente tiene precedencia inmediata sobre cualquier asunto en el hemisferio occidental, incluso con su socio comercial más importante.
* Oportunidad Perdida: La reunión era una oportunidad crucial para que ambos líderes establecieran una relación personal y abordaran temas críticos como la migración, la seguridad fronteriza y la implementación del T-MEC, especialmente en un momento de renovadas tensiones por las políticas migratorias de Trump.
* Munición para la Oposición: En México, la oposición no tardó en reaccionar. El Partido Acción Nacional (PAN) emitió un comunicado exigiendo a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que reprograme la reunión de inmediato, lamentando que «factores ajenos» impidieran un diálogo fundamental para el país. Algunos legisladores del PAN incluso ligaron la cancelación a una supuesta pérdida de relevancia de México en el escenario mundial.
La Agenda de Sheinbaum Continúa
A pesar del encuentro fallido con Trump, la agenda de la presidenta Sheinbaum en el G7 continuó con otras reuniones bilaterales y multilaterales. Sostuvo encuentros con el primer ministro de Canadá, Mark Carney, el canciller de Alemania, Friedrich Merz, y el primer ministro de la India, Narendra Modi, entre otros, participando en foros sobre economía, paz y cooperación internacional.
Aún no hay una nueva fecha confirmada para la reunión entre Sheinbaum y Trump. El mundo, y en particular México, esperará a ver cómo evoluciona la crisis en Medio Oriente, un conflicto lejano cuya onda expansiva ha demostrado ser capaz de alterar la diplomacia al más alto nivel.
