La guerra entre Israel y Hamás entró en su cuarto mes sin dar señales de tregua, con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidiendo un mayor esfuerzo para proteger a los civiles y advirtiendo sobre una posible conflagración regional durante su gira en Medio Oriente.
Israel juró destruir al grupo islamista palestino Hamás tras el ataque que perpetró en su territorio el 7 de octubre y que dejó unos 1,140 muertos.
Además, unos 132 rehenes de los 250 secuestrados por Hamás, grupo clasificado por la Unión Europea y Estados Unidos como «terrorista», permanecen cautivos en el territorio palestino.
Altos diplomáticos estadounidenses y europeos buscaron el domingo formas de evitar que la guerra de Gaza se extienda aún más en el inestable Medio Oriente. Antony Blinken y el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, viajaron por separado a la región para tratar de sofocar los efectos de la guerra en Líbano, Cisjordania y las rutas marítimas del mar Rojo, donde los hutíes de Yemen, alineados con Irán, han prometido mantener los ataques hasta que Israel detenga su campaña en el enclave palestino.
Blinken, declaró que es «imperativo» que Israel se esfuerce más por proteger a los civiles de Gaza, durante una rueda de prensa en Doha junto al primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani.
Este último aseguró que Catar, actor clave en la mediación de la tregua de finales de noviembre, prosigue sus esfuerzos para obtener un nuevo acuerdo.
Blinken también advirtió que la guerra «podría hacer metástasis fácilmente», pero agregó que Estados Unidos, principal aliado de Israel, trabaja para «evitar que el conflicto se extienda» en la región.
Ofensiva
Los bombardeos israelíes han dejado en ruinas barrios enteros de Gaza, obligando al 85% de los gazatíes a abandonar sus hogares y provocando una grave crisis humanitaria, según la ONU.
Netanyahu no ha asumido su responsabilidad por los fallos de seguridad que permitieron a Hamás atacar el sur de Israel el 7 de octubre, pero ha prometido seguir adelante con las represalias. La ofensiva que Israel lanzó en Gaza en represalia ha dejado de momento al menos 22,835 muertos, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás.
El portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, afirmó que las fuerzas israelíes habían completado el desmantelamiento del «entramado militar» de Hamás en el norte de Gaza y habían matado a unos 8,000 militantes en esa zona.