Inicio Justicia Desapariciones ni fosas clandestinas dejan de cesar en México

Desapariciones ni fosas clandestinas dejan de cesar en México

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Las desapariciones en México no cesan y han escalado hasta convertirse en una crisis que desborda a las autoridades y a las organizaciones civiles. En total, se desconoce el paradero de mas de 110.000 personas. En México, cada mes desaparecen alrededor de 625 personas, de acuerdo a datos oficiales. Muchas de ellas son asesinadas y terminan enterradas en una fosa clandestina.

Entre diciembre de 2018 y enero de 2023, la Comisión Nacional de Búsqueda ha contabilizado 2.710 fosas clandestinas con restos humanos por todo el país. Veracruz, Colima y Sinaloa se sitúan entre los Estados donde más desapariciones hubo en el último sexenio , más no se han contabilizado las de los sexenios anteriores. Solo en estas tres entidades las autoridades han encontrado 874 fosas, aunque el drama se extiende por todo el país. Que las fosas no hayan sido encontradas por las autoridades, no significa que no estén ahí, como denuncian las organizaciones. Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas y Sonora también forman parte de la lista. Se trata de otro síntoma de la profunda violencia que viven estos territorios, en disputa entre varios carteles.

Las organizaciones civiles y grupos de madres buscadoras desmienten el optimismo del Gobierno y denuncian el poco apoyo de las autoridades para encontrar a sus desaparecidos. En total 34.358 personas han desaparecido durante la actual Administración, según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas. “En este camino de dolor habemos quien abandonamos nuestra vida para buscar a los hijos y quienes abandonan sus ideales cuando llegan al poder. Usted no lo haga, presidente”, decía Ceci Flores, portavoz del colectivo Madres Buscadoras de Sonora. “Las Madres Buscadoras no somos opositoras, buscamos a nuestros hijos ante la apatía, insensibilidad, burocracia y nulo apoyo por parte de las autoridades”, explica.

Como parte de la historia del horror sobre las desapariciones en México, las autoridades han constatado que cada vez es más difícil identificar los restos encontrados porque los cuerpos de las fosas son seccionados por los delincuentes en pequeños pedazos. Con el alza de desapariciones, los colectivos de familias buscadoras han proliferado en el país. Con presencia en 26 de los 32 Estados del país, según datos publicados por El Universal. De acuerdo a este conteo, en México hay al menos 234 colectivos de madres buscadoras. “Ellos como seres humanos tienen derecho a ser buscados y nosotras como sus madres a hacer que se cumplan sus derechos” señalaba Flores.

Las buscadoras dicen que no pararán hasta encontrar los restos de sus familiares y denuncian poco o nulo presupuesto para realizar las búsquedas y las amenazas contra ellas por hacer lo que hacen. Muchas tienen que salir huyendo de sus ciudades y otras son asesinadas. La última, la buscadora Catalina Vargas en Guanajuato. “No somos prioridad para las autoridades, aunque nosotras hagamos el trabajo que les corresponde. Seguiremos escarbando la tierra con nuestras propias manos porque somos símbolo de resistencia”, agrega Flores. “El recurso no llega y las camionetas no sirven, se apagan, los policías no traen gasolina, es un show. Es una batalla”, decía Delia Quiroa, madre buscadora de Tamaulipas a este diario.

Ante la desesperación y la ausencia del Estado, las madres optaron por pedirle permiso al narco para desenterrar a sus muertos. Hasta la fecha, las madres han pedido a nueve carteles que las dejen trabajar y un cese de la violencia contra ellas. Entre los grupos criminales están Cartel Jalisco Nueva Generación, Cartel de Sinaloa, Cartel de Sonora, Cartel de Los Salazar, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios y Los Zetas Vieja Escuela, entre otros. El presidente López Obrador aplaudió la propuesta de las madres. “Todo lo que signifique llamar a la paz y a que no haya violencia, tenemos que apoyarlo”, dijo el mandatario. Así consiguieron excavar en 2021 en el predio La Bartolina, en Tamaulipas. En total encontraron 500 kilos de restos óseos calcinados.