Narcotraficantes utilizan monedas digitales para pagar por los envíos de precursores químicos. En su Reporte de Criptocrimen 2023, Chainalysis indicó que en 2022 las operaciones ilícitas con criptomonedas ascendieron a 20,100 millones de dólares.
Una investigación elaborada por la plataforma de análisis de blockchain Chainalysis, reveló que narcotraficantes utilizan criptomonedas para la adquisición de precursores químicos que después son usados para la confección de fentanilo.
Chainalysis identificó direcciones de criptomonedas relacionadas con presuntos vendedores de precursores de fentanilo con sede en China. Estas direcciones han recibido 37.8 millones de dólares en criptodivisas desde el 2018 a abril del 2023.
Según lo indicado por la plataforma, las regiones que tienen un alto grado de relación con las direcciones de tiendas químicas sospechosas son América Latina, América del Norte, Europa y Asia. Los usuarios de divisas digitales con sede en Latinoamérica enviaron 3 millones 600,000 dólares en criptomonedas a tiendas de productos químicos con sede en China.
De acuerdo con Dan Cartolin, ejecutivo de cuentas para Norteamérica y Latinoamérica en Chainalysis, hay cuatro direcciones de criptomonedas pertenecientes a tiendas químicas chinas que vendían precursores de fentanilo, posteriormente aplicaron una metodología comparativa para encontrar docenas de otras direcciones cuyos movimientos comparten semejanzas.
“Basándonos en las similitudes de su actividad, evaluamos sobre una base predictiva que estas direcciones adicionales también estaban asociadas a talleres químicos chinos. En algunos casos, pudimos encontrar las tiendas específicas y activas asociadas a estas direcciones y confirmar la validez de nuestras proyecciones”, explicó Cartolin.
Según lo informado, algunas de las direcciones que se identificaron proceden de negocios implicados en casos penales recientes.
Rastreo y anonimidad
Utilizando datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, Chainalysis encontró que algunos envíos hacia las direcciones sospechosas de tiendas de productos químicos se correlacionan con las incautaciones de fentanilo en la frontera de México y Estados Unidos.
Lo anterior sugiere que las transacciones realizadas en criptomonedas asociadas con la producción de fentanilo, coinciden con los patrones regionales previamente identificados por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus sigla en inglés).
Como antecedente, en un informe de la DEA de enero del 2020, se identificó a China como el principal productor de precursores de fentanilo en el 2019, junto a India. Algunos de los talleres químicos pueden vender precursores de fentanilo legalmente a empresas farmacéuticas legítimas, mientras que otros los venden ilegalmente a organizaciones criminales.
“También vemos otras regiones con alta exposición, incluyendo Norteamérica y Europa. Dado que estas tiendas de productos químicos venden algo más que precursores químicos del fentanilo, es posible que parte de la exposición regional contenga elementos no relacionados con la distribución de opioides”, concluyó Cartolin.
A pesar de la trazabilidad de las criptomonedas, los actores de comercio ilegal de fentanilo a menudo se sienten atraídos por estas, debido a sus características casi instantáneas, transfronterizas y de seudónimo.
Muchos narcotraficantes utilizan las criptomonedas para eludir la acción de la ley, facilitando así la actual epidemia de opioides en Estados Unidos y otras crisis relacionadas con las drogas en todo el mundo”, indicó la firma en un comunicado.
El camino del fentanilo
Según el informe de la DEA, el flujo más común de fentanilo implica el movimiento de productos químicos de China a América Latina, para que posteriormente los cárteles mexicanos produzcan fentanilo y los introduzcan de contrabando hacia los Estados Unidos.
De acuerdo con las transacciones que analizó Chainalysis, los narcotraficantes pagarían en criptomonedas antes del envío de los precursores químicos.
La firma encontró que un mayor volumen de transacciones en las tiendas de productos químicos puede conducir a un aumento en el movimiento de fentanilo de México a los Estados Unidos.
“Esto refleja el modus operandi establecido de los cárteles mexicanos que compran precursores de fentanilo de tiendas químicas chinas, que luego utilizan para desarrollar productos de fentanilo para enviar al norte. La única diferencia aquí es que las compras de precursores se realizan (y rastrean) en criptomonedas”.