Ciudad de México. En la aplicación masiva de llevar la educación básica a través de las pantallas de televisión “habrá muchos descalabros”, no solo provocados por la propia precipitación, sino porque no se ha convocado ni escuchado a los profesores e investigadores interesados en el tema, y parece que tampoco se tomará en cuenta la experiencia pedagógica que tiene el país en la educación a distancia, estimó Margarita Acuña Soto, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Especialista en Ciencias Didácticas y Matemáticas Educativas, reconoció que si bien la decisión de iniciar el próximo ciclo escolar con clases en televisión es emergente y necesaria, dijo que no es la mejor opción, menos aun en caso de que se pretenda aplicar de manera única, sin otro tipo de medidas, pues habrá sectores que también queden al margen este modalidad.PUBLICIDAD
“Pareciera que es una situación de sálvese quien pueda y edúquese quien pueda educarse”, dijo la investigadora, quien señaló la necesidad, por ejemplo, de recurrir a la larga experiencia del modelo de telesecundarias, y recoger las opiniones y propuestas de los maestros. Hasta ahora se desconoce los contenidos que serán transmitidos.
En entrevista, dijo que no todo mundo tiene una computadora, incluso una televisión o un radio, que ahora son los medios por los cuales se transmitirán las clases. “Entiendo que se trata de resolver una situación impuesta, obligada por la pandemia del Covid-19, pero evidentemente habrá también muchos agujeros que no se van a poder llenar”.
Integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Acuña Soto consideró que la medida va a sufrir los efectos propios de rapidez y precipitación con la que se pondrá en marcha, debido que para poner en funcionamiento un proceso masivo de este tipo debería contarse con los métodos y contenidos adecuados, además de lograr que todo mundo pudiera acceder a ella y recibir esta información. “Esto no sucede y por eso habrá muchos descalabros”, dijo.
Por otra lado, citó que hay mucha gente que esta preocupada porque se vano este modelo se pierde la presencia de los maestros en el proceso educativo, situación iniciada con las medidas de la emergencia sanitaria en marzo pasado, cuando se optó por las clases no presenciales. “Pero otra cosa preocupante, es que en esta nueva etapa se trate de recitar los libros de texto a través de la televisión”.
En este sentido, expresó su preocupación porque se desconoce todavía la manera en que se van a presentarse los contenidos de los libros de texto, y los temas que deben aprenderse los estudiantes. “México tiene mucha experiencia en lo que es la educación a distancia, con instituciones que tienen muchos años año de trabajo en esta modalidad que lleva educación a poblaciones lejanas”, señaló la investigadora, quien reconoció que el tema es sumamente complejo.
Explicó que esta misma experiencia indica que este modelo educativo es “sumamente difícil”, pues los estudiantes en este modelo educativo necesitan una disposición al aprendizaje y disciplina, además de muchas ganas de llevar a cabo este tipo de instrucción. “Esto mismo juega en contra de este tipo de instrucción”.
En La Jornada