Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador celebró hoy que el Congreso de la Unión aplazara la discusión de la iniciativa de reforma a la Ley del Banco de México (BdeM), que obliga al emisor a adquirir los dólares que no puedan repatriarse. Dijo que con ello se dará tiempo a conocer todos los puntos de vista, pero advirtió que “a veces por desconocimiento se exagera” y llamó a que los ajustes se hagan por el bien de la población y no por “recetas” internacionales.
“Pienso que fue buena la decisión que tomaron los legisladores en este caso, porque da tiempo a recoger los sentimientos, los puntos de vista de todos, y da tiempo de informarle al pueblo, que la gente sepa realmente en qué consiste esta reforma”, indicó este miércoles en su conferencia de prensa matutina.
Luego de que la iniciativa generó cuestionamientos desde distintos sectores, señaló que entre las críticas se alertó de una afectación a la autonomía al Banco de México, lo que calificó como una “exageración”.
“Lo que se busca es que la gente que tiene pocos dólares y los quiere cambiar, que le paguen lo justo, al mejor precio”, agregó.
El Jefe del Ejecutivo explicó que hay procesos de certificación vigentes que dificultan la transferencia de recursos en efectivo.
Recordó que recientemente la Fiscalía General de la República buscaba entregar al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado unos 500 millones de pesos en efectivo, destinadoa a la compra de boletos para el sorteo del valor del avión presidencial, con el objetivo de que los recursos se fueran a hospitales.
Refirió que el consejero jurídico habló con el gerente de un banco para que se lograra concretar, pero la respuesta fue que se debía mandar primero a Canadá, ya que entre las pruebas que se debía hacer al dinero era que “no tuviera los dólares olor a muerto, así como se los estoy diciendo, o residuos de droga”.
Tras recordar que en dicho proceso se cobran comisiones, insistió en que “la iniciativa va orientada, no en todos los casos, para que ese procedimiento se pueda hacer en México”. A la vez, reiteró su exhorto para que “no se castigue tanto al migrante” y aseguró que hay mecanismos para concretar esta iniciativa y evitar que ingrese recursos de la delincuencia.
“Hay tiempo de hacer una reforma sin dogmatismos, porque los financieros son muy dogmáticos. Se metió en este tema hasta al Fondo Monetario Internacional y hubo mucho ruido”, expuso.
El mandatario conminó a que se analice la propuesta “sin perjudicar a ninguna institución, respetar la autonomía del Banco de México pero sin exagerar”, pero también actuar con independencia, ya que era “mucha la subordinación” ante las “recetas” internacionales. ¿Qué no podemos decidir lo que es mejor para el pueblo de México?, cuestionó.
Ofreció la conferencia de prensa en Palacio Nacional para ampliar a fondo la discusión y que no se debata sólo por las élites, ya que, dijo, la economía no es sólo un tema de expertos sino de toda la población.
Insistió en que “prevalezca la razón, no los dogmas. Nada de que no se puede tocar al intocable”.
Refirió que hay sectores y opositores que han advertido que ajustes de este tipo pueden generar una catástrofe o inestabilidad financiera, pero adujo que si realmente hay una reforma dañina, las reacciones se presentan de inmediato.
Como ejemplo, recordó la cancelación del aeropuerto en Texcoco, en el que se advertía de posibles inflamaciones y salida de inversiones del país. De igual forma, se alertó por décadas que aumentar el salario ocasionaría inflación, ante lo cual dijo que aún espera que quienes postulaban eso ofrezcan disculpas.
En La Jornada