Guillermo Ortiz Martínez, exgobernador del Banco de México, dijo que la inseguridad es un problema grave y estructural de la economía mexicana.
Guillermo Ortiz Martínez, exgobernador del Banco de México (Banxico), consideró que el costo de la inseguridad es subestimado, cuando se ve al crimen organizado controlando y haciendo labores del estado en México.
“El costo verdadero (de la inseguridad) es extremadamente difícil de estimar, el Inegi publica anualmente un reporte del costo de la criminalidad, pero no necesariamente atribuible a los narcotraficantes y a las bandas de narcotraficantes, sino toma en cuenta el robo de automóviles asaltos”, declaró exfuncionario.
Ortiz Martínez recordó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) calcula que le cuesta al país un uno por ciento del producto interno bruto, “pero es una gran subestimación”.
“Si vemos el tema más importante del crimen organizado es que controla parte del territorio nacional, hace funciones de estado, cobra derecho de piso y brinda protección”, declaró.
La inseguridad es un problema grave y estructural de la economía mexicana, declaró el economista en la presentación del estudio “¿Por qué América Latina tiene un mal desempeño económico?”.
El estudio realizado por Guillermo Ortiz Martínez, Arminio Fraga, exgobernador del Banco de Brasil, y Andrés Velasco, exministro de Hacienda chileno y excandidato presidencial en dicho país andino, analiza el crecimiento de la economía, la distribución del ingreso, en materia de desigualdad, la organización política y las industrias en desarrollo.
Los países de América Latina prometían tanto hace unas décadas, hoy están estancados, añadió Ortiz Martínez.
Agregó que hay países en América Latina que han mantenido la estabilidad de precios durante un buen rato como Chile, Colombia, Perú, Uruguay, Brasil y México.
“Buena parte de lo que ha pasado en América Latina es los gobiernos han fallado en dar resultados y eso ha conducido a que la población sea cada vez más escéptica de las promesas de los políticos, de los gobiernos y de los sistemas de partidos”, apuntó.
“Ha habido una gran pérdida de credibilidad sobre las instituciones”, concluyó Guillermo Ortiz Martínez.
