Clara Brugada y el llamado “Grupo Utopía” coleccionan una serie de acusaciones de corrupción que le pueden costar a la candidata de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” la carrera a la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
La ex titular de Iztapalapa integra esta unión junto a Francisco Chíguil Figueroa, ex alcalde de Gustavo A. Madero; Raymundo Martínez Vite, ex alcalde de Tláhuac, y Judith Vanegas Tapia, ex alcaldesa de Milpa Alta, y ninguno de ellos se salva de tener alguna denuncia por corrupción o abuso de poder.
Empezando por Brugada, pues durante su gestión Reporte Índigo destapó una serie de deficiencias en el uso de los recursos públicos por más de 545 millones de pesos y también un “error administrativo” de 38 millones extras de presupuesto federal. Ambos montos fueron fiscalizados.
La candidata también ha sido señalada por la adjudicación directa a dos empresas que participaron en la construcción de las 12 Utopías en Iztapalapa y cuyo accionista de una de ellas, Raúl Basurto Luviano, fue director general de obras y desarrollo urbano y tomó el cargo en la demarcación tras la salida de Brugada para competir por la CDMX.
Chíguil Figueroa, quien ahora funge como coordinador de Brugada en su campaña política, arrastra una serie de gastos anómalos por 33.4 millones de pesos tras su paso por GAM y buscó dejar a su esposa Beatriz Rojas al mando de la demarcación.
Por su parte Martínez Vite dejó inconcluso el Mercado Zapotitlán y tiene varias acusaciones de corrupción que pueden vetarlo de cargos públicos; finalmente Vanegas Tapia fue señalada por tener una lista oculta de bienes inmuebles con un valor de 31 millones de pesos e impuso a su hermano Víctor Manuel como alcalde de Tláhuac tras su salida del cargo.
Medios han señalado que en caso de que Brugada termine como Jefa de Gobierno todas estas acusaciones serán archivadas y con ello el “Grupo Utopía” se salvará de rendir cuentas, además de conseguir un puesto dentro del gabinete de la candidata por “Sigamos Haciendo Historia”.
Fuente: Informante Centro