La banquera reconoció que hay divergencia entre lo que espera el mercado sobre próximos movimientos de la tasa y las consideraciones de la Junta de Gobierno.
En este momento no está en la mesa la discusión de un posible recorte en la tasa, ni a título personal, ni lo he escuchado de mis compañeros (de la Junta de Gobierno), advirtió la subgobernadora de Banco de México Irene Espinosa.
Es importante ser prudentes y no perder el foco en lo que debemos concentrarnos. Cualquier cambio en la postura monetaria tendrá que relacionarse con la inflación en México, esto es con la trayectoria prevista del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) y con las expectativas de inflación, subrayó.
Desde su perspectiva personal, es prematuro hablar sobre el tema de algún recorte y “es riesgoso especular” sobre cualquier fecha para considerarlo. “Debemos ser prudentes y seguir dependientes de los datos”, subrayó.
Entrevistada por El Economista, enfatizó que con esta posición de la tasa nominal, en 11.25%, se puede acompañar a la inflación hacia la convergencia con el objetivo, en el horizonte de ocho trimestres que opera la política monetaria. Pero acotó que esto se cumplirá sólo en el escenario base del banco central que es “en ausencia de nuevos choques que afecten la dinámica de inflación”.
Para mayor detalle de esta idea, colocaron la última oración del comunicado del anuncio monetario del 18 de mayo donde dijeron “estaremos vigilantes y listos para actuar conforme las circunstancias se vayan presentando”.
Consignó que en la Junta de Gobierno siguen viendo un balance de riesgos sesgado al alza para la inflación, pero el nivel de restricción alcanzado ayudará a hacer que la inflación se acerque a la meta, a fines del año próximo, cuando anticipan que estará en 3.1 por ciento.
Presiones internas en inflación
La banquera central señaló que la inflación de los servicios se encuentra por encima de la meta, arriba de 5% y que ven con preocupación presiones internas que han estado presentes y que piensan seguirán latentes.
Se refiere en específico al consumo, que crece a una tasa mayor a la que experimenta la economía, así como los salarios que crecen a tasas incompatibles con las de inflación y las expectativas elevadas.
Enfatizó que la inflación subyacente sigue siendo una preocupación porque sigue afectada por varios factores. Si bien el tipo de cambio tendría que haber reducido aún mas los precios de mercancías comerciales, todavía se encuentran en niveles muy elevados, particularmente las mercancías alimenticias que traen variaciones mayores al 10 por ciento, señaló.
Descartó extrapolar la trayectoria de la desinflación actual con periodos anteriores; primero porque la diversidad y magnitud de los choques no tienen precedentes y segundo porque los niveles de inflación de los que partimos son diferentes.
Divergencia de comunicación
La banquera reconoció que hay divergencia entre lo que espera el mercado sobre próximos movimientos de la tasa y las consideraciones de la Junta de Gobierno. Pero acotó que eso está sucediendo en otras partes del mundo y no solo en México.
Por un lado tienes a la Fed diciendo que mantendrán la tasa en un periodo prolongado y que no ven posibilidad de recortes en el año y por el otro a los mercados que sí anticipan recortes.
Explicó que en política monetaria la comunicación es fundamental, porque ellos son formadores de expectativas para el mediano y largo plazos.