Durante enero-marzo del 2022 la producción de autos ligeros creció 3.4%; pese a que se armaron más coches, la exportación total cayó 1.8 por ciento. General Motors se ubicó como la firma líder en el ensamble de vehículos.
La industria automotriz en México sigue un panorama de modestos avances e importantes obstáculos a la recuperación pospandemia. Durante el primer trimestre del 2022, las automotoras lograron incrementar el total de autos producidos, pero la comercialización interna y los envíos al exterior registraron caídas.
En los primeros tres meses del 2022 se ensamblaron 849,045 autos en territorio nacional, mientras que en este mismo lapso del año pasado la producción total fue de 821,124 autos, según las cifras reportadas por la AMIA (Asociación Mexicana de la Industria Automotriz) publicadas por el Inegi.
Este nivel de ensamble implicó un crecimiento de 3.4% en relación internaual, pese a ello, aunque se armaron más vehículos, la comercialización no siguió el mismo camino, ni dentro del país ni fuera de él.
Durante enero-marzo se enviaron al exterior 680,992 autos, mientras que en el mismo periodo del año pasado el total de salidas fue de 693,639. Esto implicó una contracción de 1.82 por ciento.
Por su parte, al interior del mercado se vendieron 253,382 autos nuevos, una cifra 2.9% menor que las ventas del primer trimestre del 2021, cuando se lograron comercializar 269,839 unidades.
General Motors lidera la producción
Durante el primer trimestre del 2022, la estadounidense General Motors se ubicó en el primer puesto del podio en cuanto a producción de autos; 23 de cada 100 autos armados salieron de esta firma. En total, ensambló 197,085 vehículos ligeros de enero a marzo.
Por su parte, ya en el segundo puesto, la japonesa Nissan armó 104,570 autos, mientras que Stellantis se posicionó en el tercer lugar con una producción total de 91,473 unidades.
En este lapso del año pasado, Nissan todavía se ubicaba en la primera posición de automotoras con mayor volumen de producción de autos.
La industria automotriz continúa enfrentando presiones importantes, la inflación generalizada, los conflictos internacionales, las sanciones al comercio global y las complicaciones en las cadenas de suministro se ubican entre las principales.
FUENTE: El Economista