Macy’s, Costco y otras grandes cadenas dicen que los compradores se están retrayendo en sus tiendas y cambiando lo que compran. Eso podría ser una bandera roja para la economía de Estados Unidos.
Macy’s recortó este jueves su previsión anual de beneficios y ventas después de que la demanda de los clientes se ralentizara en marzo.
«Planeamos el año asumiendo que la salud económica del consumidor se vería desafiada, pero a partir de finales de marzo, las tendencias de la demanda se debilitaron aún más en nuestras categorías discrecionales», dijo el CEO de Macy’s, Jeff Gennette, en un comunicado.
Las ventas en las mismas tiendas de Macy’s se hundieron un 8,7% el trimestre pasado, mientras que los grandes almacenes de gama alta Bloomingdale’s cayeron un 3,9%.
Las acciones de Macy’s cayeron alrededor de un 6% en las operaciones previas a la apertura del mercado de este jueves.
La empresa ha sido el último minorista que registra cambios en la demanda de los clientes.
El director financiero de Costco (COST), Richard Galanti, dijo la semana pasada que algunos clientes estaban cambiando los filetes y la ternera más caros por carnes más baratas como el cerdo y el pollo. Se trata de una tendencia habitual en recesiones anteriores.
Macy’s y Costco atraen a compradores de ingresos medios y altos, y sus resultados muestran un retroceso entre ese grupo demográfico.
Estos compradores han adquirido la mayor parte de la ropa, la electrónica, los muebles y otros bienes que desean en los últimos tres años, durante la pandemia. Ahora, muchos están gastando sus ingresos discrecionales en viajes y otros servicios que no pudieron encontrar durante el covid-19. Algunas aerolíneas y hoteles están registrando récords de reservas.
Este cambio está perjudicando a los minoristas.
«La significativa reducción de las previsiones de beneficios de Macy’s subraya los retos a los que se enfrentan los minoristas en un entorno de gasto de los consumidores cada vez más débil y los cambios en los presupuestos hacia los servicios», dijo David Silverman, director senior de Fitch Ratings.
Los compradores con rentas más bajas también tienen menos dinero para gastar en compras discrecionales y están ralentizando su ritmo».
Dollar General dijo que sus principales clientes de bajos ingresos estaban dejando de lado productos discrecionales como artículos para el hogar y ropa. La empresa redujo drásticamente sus previsiones por la débil demanda de los clientes, lo que provocó una caída del 10% de sus acciones en las operaciones previas a la comercialización.
«El entorno macroeconómico es más difícil de lo que [la empresa] había previsto», dijo Dollar General en un comunicado. Está «teniendo un impacto significativo en los niveles de gasto y los comportamientos de los clientes».
