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Las 4 principales razones del superpeso, según México

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El centro de investigación económica México, ¿cómo vamos? lanzó un micrositio especializado sobre el peso, en un entorno en donde la moneda mexicana se ha apreciado hasta cotizar por debajo de los 17 pesos por dólar, por lo que se ha ganado el apodo de superpeso.

El think tank indica que el peso es una de las cuatro monedas más intercambiada de economías emergentes y eso lo ha convertido en una de las divisas preferidas de los operadores para invertir a favor o en contra de países emergentes. 

Además, destaca que el peso mexicano es una de las monedas más intercambiadas porque es posible comprar o vender pesos las 24 horas, los 365 días del año.

Para México, ¿cómo vamos? La apreciación progresiva del tipo de cambio se debe a 4 principales razones:

1.La economía mexicana ha registrado un gran ingreso de dólares, un ejemplo de esto son los incrementos históricos en exportaciones no petroleras en 2022, que fueron un 17% más que en 2021, específicamente de la industria manufacturera y automotriz, así como remesas.

Mientras que en las exportaciones petroleras el crecimiento fue de 34%, la inversión extranjera directa (IED) fue 12% más que en 2021) y en turismo el aumento fue de 42%.

El centro de investigación refiere que al primer trimestre de 2023, su Semáforo Económico que monitorea el desempeño de las exportaciones se encuentra en verde, ya que 15.4% de las importaciones de Estados Unidos proviene de México, superando la meta de que dicha participación sea de al menos 13%.

“Esta es la mayor proporción registrada, consecuencia de una relación comercial creciente desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994 y de su modernización en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC)”, destaca.

2. La autonomía del Banco de México, que le permite tomar medidas de política monetaria conforme a su mandato de preservar el poder adquisitivo del peso mexicano y, por lo tanto, es independiente de los intereses y visiones económicas del gobierno en turno.

“La apreciación del tipo de cambio en México no se debe a la gestión del gobierno, sino a la autonomía del Banco de México, al régimen de tipo de cambio y a un entorno macroeconómico nacional sólido”, dice.

3. La gran diferencia en las tasas de interés entre México y Estados Unidos, pues en México se ha mantenido mucho más alta, más de 6 puntos porcentuales, desde hace un año. 

“Este diferencial de tasas se mantendrá mientras sigamos enfrentando un entorno de alta inflación en nuestro país, prevé el centro de investigación.

Esto hace que comprar bonos gubernamentales en México sea más redituable para los inversionistas internacionales que comprarlos en Estados Unidos, debido a que los rendimientos son mayores.

4. El apetito por riesgo de los mercados, los cuales están dispuestos a adquirir monedas de países emergentes, como México, como mecanismo de inversión.

“Algunos de los riesgos que podrían disminuir el apetito de los inversionistas son temores de recesión global o de contracción económica en las principales potencias del mundo, conflictos geopolíticos importantes o inestabilidad política”, advierte el think tank.

México, ¿cómo vamos? también responde que un superpeso beneficia a quienes tienen deudas u obligaciones financieras en dólares, a importadores, a quienes van a hacer algún gasto en dólares o compran insumos en el mercado internacional para su producción.

“Pero perjudica a quienes reciben ingresos del exterior, como las familias receptoras de remesas, pues reciben menos pesos por dólar enviado; a los turistas extranjeros, porque consumir en México es más caro para ellos; y a quienes venden sus productos en el exterior (exportadores), porque se encarecen y pierden competitividad”.

Finalmente, el centro de investigación económica hace un llamado a tomar el término superpeso con cautela, ya que si bien el peso mexicano ha sido una de las monedas con la mayor apreciación frente al dólar en los últimos meses, pues puede ser un carácter de fortaleza “temporal”.

“No podemos descartar una fuerte corrección cambiaria en el corto plazo. Por otro lado, el peso no está aumentando su poder adquisitivo; de hecho, en un contexto de alta inflación sostenida como el que atravesamos, nuestra moneda en realidad pierde valor para adquirir bienes y servicios”, puntualiza.