A pesar de los pobres resultados electorales acumulados desde 2018, el PAN, el PRI y el PRD, así como otras figuras de la oposición, siguen apostando por un gobierno de coalición para tratar de ganarse la simpatía de la ciudadanía y de quitar a Morena del poder
La propuesta de un gobierno de coalición sigue siendo una de las principales apuestas entre los partidos que integran el bloque opositor al presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto pese a que, en los hechos, esta propuesta simplemente no ha generado la expectativa esperada en la ciudadanía, como demuestran los resultados electorales recientes.
En resumidas cuentas, un gobierno de coalición necesitaría ganar la titularidad del Ejecutivo y que los partidos que lo integran conformen una mayoría en el Legislativo, todo coordinado mediante un programa común, lo que implica tanto el reparto de las carteras del gabinete como establecer una agenda de temas por legislar.
Claudio X. González, promotor de la alianza opositora, ha reiterado públicamente que el gobierno de coalición es una de las claves para poder vencer al Movimiento Regeneración Nacional en 2024, además de ser la principal demanda del Frente Cívico Nacional que comandan el panista Gustavo Madero y el perredista Guadalupe Acosta.
Entre tanto, las dirigencias de Alejandro Moreno en el Revolucionario Institucional y de Marko Cortés en Acción Nacional, establecieron comisiones especiales para gobiernos de coalición.
Mientras que el Partido de la Revolución Democrática condicionó su permanencia en la alianza para las elecciones del Estado de México solo si se recurre a este mecanismo en caso de ganar.
Pese a estas insistencias, lo cierto es que el electorado no ha premiado la propuesta de un gobierno de coalición. De las 15 alianzas de Va por México hechas a nivel estatal entre 2021 y 2022, el PAN, PRI y PRD solo lograron ganar las gubernaturas de Aguascalientes y Durango, estados que no renovaron sus legislaturas en la misma elección.
Gobierno de coalición, a contra corriente
En entrevista con Reporte Índigo, la doctora Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana, observa que, con esta propuesta, la oposición rema a contracorriente, pues se enfrenta tanto a la cultura política del país como al que bien puede ser uno de los dirigentes más poderosos de la historia.
“Por principio, no están tomando en cuenta que seguimos viviendo en una cultura presidencialista donde no sólo López Obrador es presidencialista, la ciudadanía es presidencialista. La sociedad en general, por supuesto con excepción de grupos de vanguardia y algunos grupos de la sociedad civil, sigue siendo presidencialista”
Ivonne Acuña MurilloAcadémica de la Universidad Iberoamericana
Por si esto fuera poco, se suma “la gran aprobación, el gran carisma que tiene López Obrador y el movimiento que ha logrado conformar en torno suyo. No va solo, tiene un movimiento popular muy fuerte que lo apoya, el lopezobradorismo, y mucha gente, además, confía en el presidente”.
Aunado a esto, destaca que al objetivo de las fuerzas de oposición, que es el regresar al poder, no lo acompaña un proyecto de nación, en buena medida porque los partidos que integran este bloque hoy carecen de ideólogos que ayuden a definir el rumbo que deben tomar estos partidos.
Así como que, al ser los tres partidos que suscribieron el Pacto por México en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se recuerda que “son capaces de ponerse de acuerdo, pero para sus fines particulares, para un proyecto de grupo, que va más allá de los partidos, que es cierta clase social, pero no para las mayorías”.
Apuesta por el pasado
La apatía a los gobiernos de coalición no se generó durante el sexenio de López Obrador. En 2018, esta también fue la gran propuesta de Ricardo Anaya y la alianza entre PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, que apenas superó los 12 millones y medio de votos en la elección presidencial y no llegó a 15 millones y medio en la legislativa.
Al respecto, José Manuel Urquijo, maestro en Comunicación Política y Gobernanza Estratégica por la Universidad George Washington, comenta a Reporte Índigo que el discurso de la oposición no dará resultados en tanto que se centre en meramente sacar a López Obrador del poder y en regresar al pasado como solución al presente
“No hay un relato diseñado o articulado en torno a una causa más allá de estar en contra de López Obrador y de Morena. Mientras el discurso de la oposición siga enfocado en lo que es o no es López Obrador, con coalición o sin coalición, va a seguir siendo simplemente un grupo que gira alrededor del presidente”.
Además de esto, destaca que la propuesta del bloque opositor se limita a ofrecer volver al pasado reciente, ese por el que la ciudadanía se pronunció marcadamente en contra de ellos en las elecciones de 2018 con un reclamo de cambio. El cual incluía también un llamado a que los mismos partidos políticos modificaran sus formas y prioridades.
“Siempre que la gente pide un cambio en un proceso social, en un momento determinado de la vida de un país, nunca debes permitir que un adversario te gane la palabra ‘cambio’. En el momento en el que te ganan el cambio, cuando la sociedad eso es lo que está pidiendo, estás perdiendo la elección y eso es lo que le está pasando a los partidos tradicionales”.
FUENTE: Reporte índigo