Estados Unidos estima que cerrará 2023 con exportaciones récord de gas natural por las compras de México, que se han incrementado desde el verano debido a un mayor número de gasoductos que han entrado en operación.
Los envíos de Estados Unidos de gas natural crecerán 20% este año a un promedio de 12.8 mil millones de pies cúbicos por día, lo que será un récord anual, y seguirán creciendo el próximo año, de acuerdo con perspectivas de corto plazo de octubre de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA por su sigla en inglés).
“Los aumentos en las exportaciones de gas natural licuado (GNL) y por gasoductos a México impulsan el aumento general de las exportaciones netas de gas natural”, señala.
Estados Unidos estima que sus exportaciones de gas que van tanto a Canadá como a México aumenten 9% respecto a 2022.
La EIA destaca que las exportaciones de Estados Unidos a gasoductos a México alcanzaron un nuevo récord en junio, y se han mantenido altos durante todo el verano.
“Esperamos que las exportaciones de gas a México sigan aumentando a medida que se completen los proyectos de gasoductos y aumente la demanda en el sector de energía eléctrica”, indica el reporte.
Red de gasoductos de México crece cada vez más
Las exportaciones de gas natural de Estados Unidos a México han aumentado en los últimos años a medida que la red nacional de gasoductos continúa expandiéndose:
En 2020 se completó el sistema Wahalajara , un grupo de ductos que conecta el centro de Waha en el oeste de Texas con Guadalajara y otros centros de población en el centro-oeste de México.
Ese mismo año se puso en servicio el sistema de oleoductos Villa de Reyes–Aguascalientes–Guadalajara, que conecta con otros oleoductos en el centro de México. También se activó el gasoducto Sierrita, que transporta gas natural desde Arizona hasta la frontera con México.
En 2021 se amplió el oleoducto Mier-Monterrey, un gasoducto que entrega gas natural desde el gasoducto de conexión estadounidense NET Mexico en el sur de Texas hasta el Centro de Monterrey en el noreste de México.
Además entró en servicio el gasoducto Samalayuca-Sásabe, que transporta gas natural desde la Cuenca Pérmica en el oeste de Texas y el este de Nuevo México hasta el noroeste de México.
En 2022 dos gasoductos más que suministran gas natural a la región de la capital de México entraron en servicio parcial: Tula-Villa de Reyes y Tuxpan-Tula.
Se espera que el gasoducto Tula-Villa de Reyes comience a funcionar en su totalidad en 2023, y el gasoducto Tuxpan-Tula, en 2025.
En 2023 se prevé que entre en servicio el gasoducto Cuxtal Fase II, el segundo tramo del gasoducto de Energía Mayakan.
El gasoducto Energía Mayakan amplía la red de gasoductos de gas natural en la Península de Yucatán.
México y su alta dependencia al gas natural de EU
Voces del sector de hidrocarburos se han pronunciado respecto a que México baje su dependencia de gas natural de Estados Unidos, pues ha llegado a importar más del 70% del consumo nacional, incluso ven este tema clave para la demanda que traerá consigo la relocalización de empresas desde Asia, el nearshoring.
La demanda de gas natural en México alcanzará su punto máximo en 2032 y seguirá siendo la fuente preponderante de generación de energía hasta bien entrada la década de 2040, de acuerdo con una publicación de Ryan C. Berg , Emiliano Polo y Henry Ziemer del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Destaca que el potencial interno de gas natural de México es mucho mayor que sus medios actuales. De 2010 a 2021, la producción de gas en el país disminuyó aproximadamente 50%, y se compensó este déficit aumentando las importaciones.
Esto a pesar de que México tiene importantes reservas de gas natural, concentradas principalmente en el este del país y el Golfo de México, pero el gobierno no ha implementado los modelos de negocios, las inversiones o los equipos necesarios para explotarlas a través de sus empresas estatales.
Mientras que en Estados Unidos se han perforado alrededor de 4 millones de pozos de gas natural, México tiene menos del 1% de esa capacidad, o sólo aproximadamente 32 mil pozos.
Cuando Estados Unidos pasó de ser un importador neto de gas natural a ser el mayor productor del mundo, los bajos precios crearon una gran dependencia en México”, explican.
En el contexto del nearshoring, la capacidad de México para proporcionar energía confiable y rentable se destaca como una condición previa para que despegue este fenómeno, algo en lo que el país parece estar rezagado.
“Mejorar el acceso al gas natural y la capacidad de almacenamiento será esencial para aumentar la capacidad de México para absorber y atraer inversiones de nearshoring , así como para restaurar la confianza de los inversionistas en el sector energético”, apuntan.