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Consejo Asesor Empresarial: Un incómodo ejército que resuelve entuertos

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Académicos consultados por Proceso critican el modo como se conduce el presidente con los integrantes de su Consejo Asesor Empresarial. Y aun cuando las reuniones con los integrantes de ese “ejército de leales que le ayuda a resolver entuertos” son cada vez más espaciadas, ese grupo se fortalece.

Al cumplir tres años en el gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirma su estrategia de mantener cerca a algunos empresarios que se han convertido en aliados de sus programas de gobierno y proveedores de sus proyectos.

Como lo hizo en 2017 –cuando reunió a un grupo de 30 empresarios e intelectuales en un Consejo Consultivo para publicar lo que llamó su Proyecto de Nación–, López Obrador mantiene, aunque con algunos cambios, su Consejo Asesor Empresarial. En él participan los dueños de empresas que venden productos, servicios y firman contratos para proyectos insignia del gobierno federal.

Catedráticos califican a este consejo como un ejército de leales que, pese a algunas bajas, se ha fortalecido. Salió, por ejemplo, Miguel Alemán Magnani, quien enfrenta una orden de aprehensión por adeudos fiscales, pero entraron Germán Larrea, presidente de Grupo México, y Carlos Slim, los dos hombres más ricos del país.

López Obrador, dice el politólogo Steve Johansson, de la Universidad Iberoamericana, buscó desde 2005 la cercanía con los empresarios para alejarse de la etiqueta de político populista que le impusieron sus críticos.

Las reuniones de López Obrador con los integrantes de su Consejo Asesor Empresarial son parte de su agenda personal y de sus reuniones privadas, a pesar de que recibe a los accionistas de varios de los grupos más relevantes en sectores regulados como el hospitalario, bancario, minero, de medios de comunicación y turismo.

Algunos de los empresarios cercanos al presidente también tienen intereses en el negocio papelero y siderúrgico, insumos que adquiere el gobierno federal, libros de texto o el acero para proyectos de infraestructura, como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya. Mientras tanto, López Obrador mantiene distancia de los organismos cúpula del sector privado, como el Consejo Coordinador Empresarial, cuyos dirigentes mantienen posiciones críticas a sus reformas, especialmente la eléctrica.

Si bien durante sus conferencias e intervenciones públicas el presidente devela algunos detalles de los encuentros con el compacto grupo de empresarios, desde hace tres años las reuniones con ellos son estrictamente privadas.

El anuncio de que López Obrador tendría un Consejo Asesor Empresarial se dio a conocer el 15 de noviembre de 2018, luego de que el entonces presidente electo aseguró que en su gobierno la inversión privada nacional era uno de los tres pilares que llevarían al país a alcanzar un crecimiento económico anual de al menos 4%.

Mediante un comunicado, López Obrador explicó en aquella ocasión que los integrantes de ese Consejo respaldarían al nuevo gobierno; incluso aseguró que fueron los magnates, y no él, quienes se le acercaron para ofrecerle su apoyo.

Hace tres años López Obrador delineó el mecanismo y la transparencia con la que se reuniría con los empresarios: “Me voy a reunir con ellos cada dos o tres meses. Ellos –y yo también– vamos a invitar a otros empresarios para que este consejo se vaya fortaleciendo y se vaya convirtiendo en una institución de la sociedad civil que ayude al gobierno para que logremos entre todos el progreso de México”. Hasta ahora, sin embargo, el Consejo Asesor Empresarial se mantiene en el ámbito de la agenda personal del presidente López Obrador.

FUENTE: Proceso